Como continuación al post que publicamos el miércoles pasado, en el que hablábamos acerca del uso de los filtros HEPA, en este nuevo artículo, queremos hacer hincapié en el necesario cambio de los mismos, atendiendo a una serie de consideraciones por parte del personal técnico.

No son pocos los clientes que nos preguntan acerca de cuándo ha de producirse el cambio de filtros. Desde Isobox Systems, siempre respondemos que dos son los factores a tener en cuenta en este punto: cuando sea necesario, atendiendo a unos rigurosos puntos de control, y cuando estos, estén colmatados.

Sea como fuere, la frecuencia de dicho cambio nunca puede ser superior a dos años.

Una de las consideraciones fundamentales acerca del cambio de filtros HEPA, es dar por sentado, que cada instalación tiene sus propias especificaciones, por lo que el desgaste siempre será distinto.

¿Cómo saber que los filtros HEPA están colmatados?

Toda instalación debe tener incorporados los correspondientes medidores de presión diferencial en los filtros HEPA. Ese conjunto, debe quedar conectado al sistema autómata que gestiona el programa de control. Este, será el que nos de aviso de que el filtro se encuentra sucio y que, por lo tanto, requiere de una sustitución para un correcto funcionamiento.

Cabe la posibilidad de que la instalación no cuente con el sistema autómata. En este caso, es más que probable que haya un cuadro con un sinóptico. En este cuadro es donde irían ubicados, en su defecto, los citados medidores. Mediante señal luminosa, estos indicarían un cambio de filtros HEPA mediante una señal luminosa.

Paralelamente a estas dos consideraciones a valorar a la hora de realizar un cambio de filtro HEPA, en Isobox Systems, siempre insistimos a nuestros clientes en validar las salas limpias, como mínimo, una vez al año, en el caso de las salas limpias de Clase D, y 6 meses en el resto de clasificaciones.

El exhaustivo sistema de validación periódica comprueba la estanqueidad del conjunto difusor, el filtro o cajón de soporte de climatizador y el filtro, con lo que, además de saber el estado del filtro HEPA en sí, comprobamos que no existan fugas perimetrales aledañas que pudieran provocar una situación de contaminación de la sala limpia.

Esperamos haber podido arrojar claridad sobre las consideraciones pertinentes a la hora de realizar un cambio de filtros HEPA. Por supuesto, son solo pinceladas dentro de un cuadro mucho más complicado, en el que cada una de las instalaciones ha de ser tratada de un modo específico, atendiendo a sus características de diseño e instalación.