Las salas limpias, instalaciones de laboratorio especializadas diseñadas para mantener niveles muy bajos de partículas, son un entorno de trabajo único. Isobox Systems lleva trabajando en el diseño y construcción de las mismas durante más de 25 años, lo que nos ha permitido obtener ciertas experiencias que simplemente no obtienes en ningún otro lado. Por ello, estamos en disposición de poder aportar una serie de observaciones a la hora de trabajar en salas limpias:
 

El pánico al estornudo.
 

El pánico al estornudo es una emoción que nunca antes se experiemnta antes de comenzar a trabajar en salas limpias, pero ahora no hay escapatoria. Es una especie de temor profundo e intenso que ocurre cuando tienes ganas de estornudar y te hace salir corriendo de la habitación o hacer muecas ridículas en un intento de forzar el estornudo hacia adentro.
 

No existe una regla oficial de No se permiten estornudos en las salas limpias que desarrollamos, pero todos conocemos la realidad: estornudar en las salas limpias está a la altura de cortar las uñas de los pies en la oficina.
 

Los hábitos sucios comienzan a parecer aún más sucios
 

Hay un mundo fuera de las salas limpias donde cosas como tocarse la cara o arrancar un trozo de cinta adhesiva del rollo con los dientes no son gran cosa. Pero cuando las personas hacen estas cosas dentro de las salas limpia, sin duda, adquieren un asunto a tener en cuenta y tomar en consideración para poder corregir.
 

Te convertirás en una autoridad en higiene personal

Las salas limpias están sometidas a constantes controles y test, lo que magnifica cualquier signo de suciedad, por pequeña que esta sea. Por ello, con todo el monitoreo ambiental que tenemos que hacer, cualquier deficiencia en higiene personal se volvería rápida y vergonzosamente obvia.

 

Vestidos, todos somos iguales

La vestimenta de sala limpia puede variar desde una simple bata de laboratorio y redecilla hasta un traje de completo con mascarilla, botas y múltiples pares de guantes. El último tipo de bata puede hacer que sea muy difícil distinguir a las personas.

 

 

Controlar la vejiga se vuelve fundamental.
 

Imagínate esto: te has lavado las manos tan minuciosamente como un cirujano a punto de realizar una cirugía a corazón abierto. Te has puesto una redecilla, luego un par de cubrezapatos, luego un par de guantes no estériles, luego una mascarilla facial, luego otro par de cubrezapatos, luego una capucha, un mono y sobrebotas seguido de un último par de guantes estériles. En este caso, parece obvio que controlar el momento para realizar nuestras necesidades se vuelve algo de vital importancia.
 

A menos que desee hacer todo eso a la inversa, y luego hacerlo de nuevo, ¡los controles de vejiga no son opcionales!
 

Estas son solo algunas de las curiosidades que, pro obvias que parezcan, hemos ido detectando a lo largo de los años en Isobox Systems y que nos gusta compartir para simplemente aportar unas observaciones lógicas al funcionamiento en laboratorio dentro de salas limpias.